martes, 28 de julio de 2015

Dispositivo móvil


Grafitti, el sistema de reconocimiento de caracteres de Palm OS, obligaba a escribir de forma determinada. 

En el año 2000 vio la luz el primer PocketPC, el hijo de la Newton, y que al contrario que ésta, sí ha sobrevivido hasta hoy, pese a no ser un éxito comercial de grandes dimensiones, gracias a la continuidad y el apoyo decidido de Microsoft. 

Los primeros PocketPC tenían como sistema operativo el llamado Windows CE 3.0. Por su nombre podría parecer que era una versión aligerada del sistema operativo más utilizado en el mundo, pero en realidad no tenía mucho que ver con éste. 


La mayor razón para el éxito del PocketPC ha sido su relativa sencillez de manejo y su integración con ordenadores de escritorio basados en Windows. La integración es tal que para realizar una sincronización entre ambos basta con conectar el PocketPC al ordenador con un cable. 

Actualmente, los PocketPC y las Palm tienen pantallas de resolución VGA, en prácticamente todos los casos incorporan protocolos de comunicaciones inalámbricos, como Bluetooth o Wifi, o unidades de GPS. Por prestaciones, son, sin duda, los hermanos mayores del mundo de la movilidad. Pero si las PDAs son las reinas en lo referente a prestaciones, en cuanto a unidades en el mercado, el rey indiscutible es el teléfono móvil. 

¿Quién no tiene un teléfono móvil? En realidad, lo raro es que haya quien no tenga un teléfono totalmente funcional guardado en un cajón, porque se ha comprado otro que, en el plazo de unos meses, multiplicaba por diez o por cien las prestaciones de su antiguo terminal. Si la Newton, la Palm y el PocketPC han sido los que han abierto el camino, los que realmente han entrado con toda la fuerza posible a ocupar ese mercado han sido los teléfonos móviles. Actualmente, se calcula que en España hay más terminales móviles (unos 44 millones) que habitantes. 

En el 37% de los hogares hay un móvil, en el 34% hay dos terminales, y en el 17% hay tres, según datos de Cetelem de finales de 2005. Pero ¿cuál es el motivo o los motivos para que haya tantos teléfonos? Es difícil de decir con total seguridad, pero se puede resumir principalmente en tres. 


En primer lugar, el precio. Se pueden conseguir terminales por cero euros en ocasiones excepcionales, como al darse de alta con algún operador, pero en todo caso los precios de los teléfonos de gama baja suele ser bastante asequible. El segundo factor es más complejo, pero puede resumirse en “mira lo moderno que soy, qué móvil tengo". 

Hay quien lo llama techno-lust, hay quien lo llama “ganas de aparentar o de chulear a las amistades”, pero básicamente se resume en que todo el mundo quiere tener el móvil más moderno y con más funcionalidades, sobre todo si es más moderno y hace más cosas que el del vecino. 

Esa obligación por tener el dispositivo más moderno viene motivada también en parte por la continua mejora de la tecnología. Cada vez los móviles pueden hacer más cosas, y eso crea una doble necesidad. 

Por un lado, es necesario tener un dispositivo que permita hacer esas cosas, sean las que sean (grabar vídeo, escuchar mp3, ver los goles de tu equipo favorito en tiempo real). Pero eso también provoca que cada vez se intenten hacer más cosas con el teléfono, lo que vuelve a hacer necesario un terminal más potente, que a su vez creará la necesidad de contenidos de más calidad, lo que a su vez... Esto supone nuestro tercer factor: un círculo vicioso para el usuario pero que beneficia por igual a los fabricantes y a las operadoras. 

Sin embargo, los móviles que verdaderamente pueden considerarse equivalentes a las PDAs son los de gama alta, o smartphones.

El término smartphone es engañoso. Su traducción literal sería “teléfonos inteligentes”, y se utiliza indiscriminadamente para hacer referencia a cualquier teléfono de gama alta, englobando tanto a dispositivos de la Serie 60 o superior de Symbian, como a los que funcionan bajo Windows Mobile o bajo Palm OS. De todas formas, la marca comercial SmartPhone es propiedad de Microsoft. 


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